El mundo del cannabis medicinal es una industria floreciente, llena de historias de pioneros y visionarios. Tal es el caso de nuestro protagonista de hoy, una empresa que comenzó su andadura en 2021, con la adquisición de sus primeros clones. Este fue el comienzo de una aventura que se ha convertido en una misión apasionada para proporcionar productos de cannabis de alta calidad a los que lo necesitan.
Para entender verdaderamente la magnitud de este viaje, debemos remontarnos a 2017. Fue entonces cuando Raul Rodriguez abrió sus dispensarios, con la visión de marcar una diferencia en un mercado emergente. Sin embargo, fue en 2019 cuando el verdadero crecimiento comenzó. Angel Isona, y Rodriguez se unieron al Máster Grower Karlo Rosa, y juntos diseñaron un plan para cultivar plantas de cannabis de calibre medicinal.
El camino no estuvo exento de desafíos. La pandemia causó retrasos significativos, pero a pesar de las adversidades, la operación de crecimiento comenzó en 2021. El equipo inicial era pequeño, pero hoy en día ya son 15. La dedicación y pasión de este equipo es evidente y estamos ansiosos por seguir viendo su crecimiento y todo lo que tienen para aportar a esta industria.
Angel Isona, el Gerente de Operaciones, ha mantenido todo en marcha, asegurando que todas las piezas encajen y funcionen sin problemas. Silvia Diaz, que comenzó como asistente de cultivo, ha ascendido para convertirse en la gerente de ventas y encargada de la sala de recorte. No podemos olvidar a Joel Serulle, un empleado leal y destacado cuya dedicación a la empresa ha sido inquebrantable. En adición está el equipo nuevo que ha ido llegando y han demostrado herramientas importantes y gran dedicación para seguir creciendo.
Hoy, la empresa se enorgullece de su variedad de cepas, incluyendo la Kobe, Milk Bone, Punch Breath y Platinum Girls Scout Cookie, que se han convertido en las favoritas de los clientes y han ayudado a consolidar su reputación en la industria del cannabis medicinal. Este equipo dinámico, con su pasión ardiente por lo que hacen, ha sido capaz de superar cualquier obstáculo que se les ha presentado. La historia de su crecimiento es un testimonio del poder de la perseverancia, la visión y el trabajo en equipo.
Así como la semilla de cannabis necesita tiempo, paciencia y cuidado para florecer en una planta madura y robusta, este equipo ha demostrado que, con dedicación y esfuerzo, cualquier cosa es posible. En el corazón de la industria del cannabis medicinal, estos pioneros están demostrando que la pasión y la paciencia pueden dar lugar a resultados excepcionales. No podemos esperar a ver qué cosechan a continuación.
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