El 20 de abril (“El 420”) marca un día muy especial para la comunidad del cannabis en todo el mundo. Es una fecha de celebración, pero también de reflexión, que rico es conmemorar y agradecer a todas las personas que componen la industria y la hacen lo que es, pero también, donde recordamos la importancia de esta planta en nuestras vidas, así como las batallas que se han ganado y las que aún quedan por dar en su nombre.
En Puerto Rico, los pacientes de cannabis medicinal tienen mucho que agradecer en 420. Estos cuentan con una amplia variedad de productos y precios más accesibles que en muchos lugares de Estados Unidos. Es un privilegio tener acceso a esta planta que puede mejorar la calidad de vida de tantas personas.
Sin embargo, en medio de la celebración, es crucial recordar que aún hay desafíos por enfrentar.
La despenalización y la descriminalización son batallas que siguen siendo urgentes. También es esencial abogar por salarios y beneficios justos para los empleados de la industria del cannabis que reflejen adecuadamente el arduo trabajo y el cumplimiento de la ley.
El 420 es un recordatorio de nuestro compromiso con la causa, con la planta y con nuestro estilo de vida. Debemos seguir luchando por un futuro en Puerto Rico donde el cannabis sea tratado con la misma dignidad que cualquier otra medicina o, como mínimo, en el caso de ser recreacional, como el alcohol y el tabaco.
Así que mientras disfrutamos de las actividades del 420, celebremos, reflexionemos y aspiremos a seguir mejorando. Porque el verdadero espíritu del 420 no está solo en la festividad, sino en el compromiso constante de construir un mundo más justo y compasivo para todos.
LCDO. GABRIEL SIFRE
Consultor